El fraude digital se dispara: fake reviews y bots ponen en jaque al e-commerce global

● Una crisis global que supera los 787 mil millones de dólares y redefine el futuro del e-commerce,  según el estudio realizado por Capital One Shopping.

● Fraudes, bloqueos de stock, robo de cuentas y pérdidas millonarias exponen el talón de Aquiles de un sector que depende de la confianza para sostener su expansión

Quito, septiembre de 2025. — La economía digital enfrenta una crisis de confianza sin precedentes. Lo que alguna vez fue un espacio impulsado por la voz de los consumidores y la conveniencia del comercio electrónico, hoy se ve amenazado por la proliferación de fake reviews (reseñas falsas) y la irrupción de bots..

Las cifras son alarmantes, según estudios realizados: en 2024, Tripadvisor eliminó 2,7 millones de fake reviews (reseñas falsas)  Amazon bloqueó 250 millones de reviews sospechosos y Trustpilot borró 4,5 millones. El impacto económico es devastador: los consumidores gastan 787.700 millones de dólares anuales en compras engañosas, una cifra que podría superar el billón de dólares en 2030.

A la par, los bots han tomado por asalto el comercio electrónico. Durante la temporada navideña de 2024 en EE. UU., el 57% del tráfico en tiendas online provino de bots maliciosos, que imitan el comportamiento humano, manipulan inventarios y ejecutan fraudes en tiempo real. El costo del fraude en e-commerce alcanzará los 107 mil millones de dólares en 2029, sin contar los costos operativos adicionales que multiplican las pérdidas.

El golpe a consumidores y negocios

El impacto no solo es financiero. Para los consumidores, la brecha entre expectativas y realidad se hace cada vez más evidente: zapatillas deportivas que se rompen tras dos usos, hoteles que no cumplen lo prometido, o lanzamientos exclusivos que terminan en manos de bots de reventa.

Los negocios —especialmente los pequeños— sufren el golpe más duro: fake reviews (reseñas falsas) pueden reducir hasta en un 25% los ingresos, mientras que la desconfianza de los consumidores frena la conversión incluso en marcas legítimas. En sectores como la restauración, una sola reseña negativa puede ahuyentar al 22% de clientes, cifra que sube a 59% después de tres comentarios adversos.

La nueva frontera del fraude: el dispositivo móvil

El cambio hacia los smartphones ha creado nuevas vulnerabilidades que los estafadores explotan con entusiasmo. Las transacciones móviles representan el 33% de los costos de fraude en e-commerce en EE. UU., ya que los criminales apuntan tanto a procesos de pago simplificados como a brechas de seguridad específicas de las aplicaciones.

La conveniencia que demandan los consumidores —compras con un solo toque, métodos de pago guardados, autenticación sin fricciones— crea una tensión fundamental: cada simplificación que reduce fricción para los clientes legítimos abre nuevas puertas para los atacantes.

Una salida: prueba de humanidad en la era de la IA

Frente a este panorama de fraudes digitales en el comercio electrónico, empieza a ganar relevancia un concepto: la prueba de humanidad. Esta tecnología permite validar que detrás de cada interacción en línea hay una persona real, sin necesidad de recolectar información sensible ni exponer datos privados.

En este terreno, destaca World ID, desarrollado por World, el proyecto fundado por Sam Altman y Alex Blania. La propuesta combina criptografía y privacidad: genera una credencial digital anónima que certifica la humanidad del usuario. “La prueba de humanidad representa una alternativa real para devolver confianza al ecosistema digital. Esto tiene un impacto inmediato en el comercio electrónico: frena ejércitos de bots, protege lanzamientos exclusivos, asegura que los reviews (reseñas) provengan de compradores legítimos y blinda promociones para que solo lleguen a clientes reales”, comenta Carlos Ángel Uribe, Gerente General de Tools for Humanity para la región Andina

Estas tecnologías ya están demostrando su utilidad en pilotos con plataformas de e-commerce y marcas de consumo masivo, garantizando que las promociones, descuentos y lanzamientos lleguen únicamente a clientes reales. El reto no es menor: en la era de la inteligencia artificial, la línea entre lo real y lo sintético se difumina cada día más. Pero la solución está al alcance: implementar tecnologías que reconstruyan la confianza y permitan que la innovación conviva con el elemento humano que hace significativo al comercio.

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