El Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, que se celebra cada 3 de julio, y el Día Internacional para la Defensa del Ecosistema Manglar, conmemorado el 26 de julio, impulsan una acción inmediata para reducir el consumo de plásticos de un solo uso que contaminan océanos, ríos y suelos, y para proteger los manglares, ecosistemas costeros clave que actúan como barreras naturales frente a inundaciones, capturan carbono de manera eficiente y resguardan una biodiversidad única.
Ecuador visibiliza los avances que ha alcanzado en la transición hacia una cultura ambiental más responsable. A través de legislación, educación y alianzas estratégicas, el país consolida una ruta de cambio frente al uso del plástico de un solo uso. Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Reducción de Plásticos de un Solo Uso en 2020, el país ha adoptado medidas progresivas que prohíben bolsas no biodegradables en locales comerciales, exigen el uso de materiales reciclables y han fijado impuestos para fomentar alternativas sostenibles. En Galápagos, desde 2018 el uso de bolsas y productos plásticos desechables cayó significativamente tras resoluciones locales sucesivas; se eliminaron también sorbetes, envases de poliestireno y botellas de plástico.
A nivel global, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revela que cada minuto se usan millones de botellas y hasta 5 billones de bolsas de plástico anualmente; el 36 % del plástico se destina a empaquetado, y el 85 % termina como desecho no regulado.
“La sostenibilidad no es una causa aislada, sino un esfuerzo integral. Desde reducir el uso de plásticos hasta proteger ecosistemas como los manglares, cada acción cuenta. En Recicla Latam creemos que la educación ambiental y la participación ciudadana son fundamentales para lograr una transformación real y duradera”, señaló María Fernanda Rumbea, directora de Recicla Latam en Ecuador.
Una de las organizaciones que lidera el cambio desde la educación es la Fundación Recicla Latam. Fundada en Perú y expandida a Ecuador en 2023, esta iniciativa regional trabaja con recicladores de base, empresas y autoridades para cerrar el ciclo del reciclaje y fortalecer la economía circular. En el país, ha implementado programas en escuelas públicas de Guayaquil, como “Reciclando cuido mi planeta”, que ha sensibilizado a más de 25.000 estudiantes sobre la reducción del plástico, la clasificación de residuos y el rol de los recicladores. Además, impulsa campañas masivas de recolección como la Reciclatón que en sus 7 ediciones ha logrado recolectar 25.4 toneladas de material reciclable.
Los manglares, por su parte, cubren cerca de 156.000 ha en provincias costeras y Galápagos. Actúan como criaderos de peces, barreras naturales frente a la erosión y sumideros de carbono, capaces de almacenar hasta cinco veces más CO₂ que los bosques terrestres. Albergan una gran biodiversidad: 52 especies de aves, 100 de peces y 70 de moluscos, entre otras. Según la ONG Conservación Internacional Ecuador, el país ha perdido casi una cuarta parte de sus manglares desde 1969, mayoritariamente por tala, agricultura y expansión de la acuicultura.
La protección de estos bosques no solo representa una estrategia para mitigar el cambio climático, sino también una apuesta por comunidades resilientes. Con el apoyo de ciencia, política ambiental y ciudadanía activa, Ecuador demuestra que los esfuerzos simultáneos contra el consumo de plástico y en favor de los manglares pueden construir una sostenibilidad coherente y efectiva.