Con una de las tasas de emprendimiento más altas de la región, Ecuador enfrenta el desafío de transformar buenas ideas en negocios sostenibles.
En Ecuador, emprender es casi una norma: el 32,7% de los adultos participa en alguna actividad emprendedora, según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor. Pero mientras las ideas abundan, pocos proyectos logran consolidarse más allá del primer año. ¿Qué hace la diferencia? Una gestión contable sólida desde el primer día.
Para los expertos de Siigo Contífico, empresa especializada en soluciones tecnológicas contables, los primeros 12 meses de un negocio son clave para sentar bases firmes. A partir de su experiencia asesorando a miles de micro y pequeñas empresas en el país, identificaron siete acciones contables que pueden determinar el éxito o el estancamiento de un emprendimiento.
Estas incluyen: formalizar el negocio con RUC y obligaciones al día, separar las finanzas personales de las empresariales, registrar cada ingreso y egreso, cumplir con el calendario tributario del SRI, llevar control de inventario y activos, proyectar finanzas con base en márgenes reales, y usar tecnología para automatizar procesos y monitorear resultados.
“El emprendimiento ecuatoriano es motor de empleo y desarrollo. Por eso, contar con información contable precisa no solo es una obligación, sino una herramienta para tomar mejores decisiones”, destaca David Ortiz, CEO de Siigo Contífico.
Estas buenas prácticas permiten a los emprendedores pasar de la intuición a la estrategia, evitando errores comunes y ganando credibilidad ante instituciones financieras y socios. Una contabilidad bien manejada no solo ayuda a cumplir con el SRI, también es la brújula que orienta el crecimiento de cualquier negocio.
