Cómo mantener una relación equilibrada con la comida durante diciembre y evitar el hambre emocional

Quito, diciembre del 2025.- El mes de diciembre está marcado por cambios en la rutina, múltiples eventos sociales y una mayor carga emocional, factores que pueden incrementar la ansiedad por comer y el hambre emocional, abordar esta etapa con intención y consciencia es clave para mantener el equilibrio.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador, reconociendo el papel del estrés y la ansiedad como causas del hambre emocional, lanzó en diciembre de 2025 la Política Nacional de Salud Mental 2025-2030, fijando la gestión del bienestar emocional como una prioridad sanitaria esencial, buscando prevenir los trastornos emocionales y, por extensión, los hábitos nocivos como la ingesta no consciente de alimentos impulsada por el estrés de fin de año.

“Durante diciembre es común que las personas coman más por ansiedad o por emociones que por hambre real; por eso es importante planificar las comidas, incluir proteína, fibra y grasas saludables, y prestar atención a las señales del cuerpo”, explica la Dra. Maria Garcia Luis, especialista de Cleveland Clinic.

La especialista señala que el hambre real se presenta de forma gradual y responde a una necesidad física, mientras que el hambre emocional aparece de manera repentina y suele estar ligada a emociones como estrés, aburrimiento o ansiedad. “El hambre emocional generalmente se asocia a antojos específicos por alimentos reconfortantes y no genera una sensación de satisfacción después de comer”, indica.

Entre los principales detonantes de la ansiedad por comer en esta época se encuentran las reuniones sociales centradas en la comida, el estrés emocional, la presión por controlar el peso y las dietas restrictivas previas a eventos. Frente a esto, se recomienda estrategias prácticas como no llegar a reuniones con hambre excesiva, mantenerse hidratado y aplicar el método del plato para lograr comidas más balanceadas.

El estrés de fin de año puede aumentar el cortisol y, con ello, los antojos por alimentos altos en calorías, actividad física, buen descanso, planificación y prácticas de mindfulness ayudan a regular esta respuesta y a mejorar la relación con la comida.

La especialista recalca que disfrutar de los alimentos de temporada es posible sin caer en excesos. “Comer de forma consciente, usar porciones adecuadas, elegir lo que realmente se disfruta y detenerse al sentirse satisfecho permite vivir las fiestas con mayor equilibrio y bienestar”.

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