Con la llegada del periodo vacacional en la región Sierra, muchas familias aprovechan este tiempo para que sus hijos refuercen el idioma inglés mediante cursos intensivos. Más allá de mantener a los niños y jóvenes ocupados, estas clases representan una oportunidad concreta para fortalecer habilidades lingüísticas clave que serán de gran utilidad en su desarrollo académico y personal.
Según Deborah Chiriboga High, directora general del Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), uno de los principales beneficios que los padres pueden observar al finalizar un curso vacacional es un aumento significativo en la confianza de sus hijos al comunicarse en inglés. “Es común ver cómo los chicos pierden el miedo a hablar. Empiezan a expresarse con mayor naturalidad porque están en un entorno seguro y estimulante, donde se privilegia la participación activa”, comenta.
De igual manera, señala que al culminar el ciclo es posible identificar distintos avances que reflejan el crecimiento lingüístico de los estudiantes. Estos logros constituyen una valiosa referencia para que los padres puedan dimensionar el verdadero impacto del curso en el dominio del inglés de sus hijos:
Indicadores clave de progreso tras un curso vacacional
- Mayor confianza y motivación al comunicarse en inglés
Al finalizar el curso, los estudiantes no solo muestran mayor seguridad al comunicarse en inglés, sino también una actitud positiva hacia el idioma. La combinación de práctica constante, metodologías dinámicas y un entorno de aprendizaje amigable les permite perder el miedo a equivocarse, participar activamente y valorar sus propios avances. Esto se traduce en un genuino interés por seguir aprendiendo, incluso fuera del aula.
- Incremento del vocabulario y uso práctico del idioma
Durante el ciclo, los niños y adolescentes amplían su vocabulario especialmente en temas cercanos a su realidad: familia, escuela, deportes, tecnología y emociones. Lo más relevante es que no solo memorizan palabras, sino que aprenden a utilizarlas en contextos reales, mejorando así su capacidad para construir frases completas y expresar ideas con claridad.
- Mejor comprensión auditiva
Gracias a la exposición continua a audios, canciones, videos y conversaciones guiadas en inglés, los estudiantes desarrollan una mayor agilidad para captar información auditiva. Esto les permite entender instrucciones más complejas y seguir el hilo de una conversación sin depender de la traducción. “En el CEN, por ejemplo, trabajamos con metodologías inmersivas, que permiten a los estudiantes internalizar el idioma”, destaca Chiriboga High.
- Pronunciación y entonación más naturales
Un indicador clave del progreso es la mejora en la pronunciación. A través de ejercicios orales y lectura en voz alta, los estudiantes empiezan a imitar mejor los sonidos del inglés, diferenciando fonemas y entonaciones que antes resultaban difíciles. Esto también mejora su fluidez y comprensión global del idioma.
- Mejores habilidades para trabajar en equipo y comunicarse en grupo
Los cursos vacacionales como los del CEN fomentan entornos colaborativos donde los estudiantes participan en proyectos, juegos y dinámicas grupales en inglés. Esto no solo fortalece su capacidad lingüística, sino también habilidades sociales como el trabajo en equipo, la empatía y la resolución de problemas en otro idioma. Al finalizar el ciclo, es evidente cómo se desenvuelven con mayor soltura en actividades grupales y cómo utilizan el inglés como herramienta para interactuar con otros.
- Mayor autonomía en el aprendizaje del idioma
Uno de los beneficios menos visibles, pero igualmente importantes, es el desarrollo de habilidades que fomentan el autoaprendizaje. A lo largo del curso, los estudiantes aprenden a utilizar recursos como plataformas interactivas, lo cual les permite continuar reforzando el idioma por cuenta propia y asumir un rol más activo en su formación.