Mural interactivo
Quito, junio de 2025 – Ecuador vivió un momento histórico con la presentación de la primera experiencia educativa enfocada en el cáñamo y el cannabis no psicoactivo. El evento, organizado por el Clúster de Industrias de Cannabis y Cáñamo del Ecuador (CICCE) en conjunto con representantes del Ministerio de Producción, Ministerio de Agricultura, ARCSA y Ministerio de Turismo, reunió a cientos de personas interesadas en descubrir el verdadero potencial de esta industria emergente.
En un contexto marcado por la desinformación, el CICCE y el Ministerio de Producción impulsaron esta iniciativa para diferenciar el producto legal —que genera empleo y bienestar— del ilícito, que tanto daño ha causado al país.
Actualmente, la industria del cáñamo y el cannabis no psicoactivo en Ecuador genera 30.000 empleos directos y proyecta alcanzar ventas por USD 17 millones en 2025. Estos indicadores confirman su papel como un nuevo motor de desarrollo nacional.
“Este evento marcó el inicio de una nueva era para Ecuador. Estamos demostrando que el cáñamo y el cannabis no psicoactivo son aliados para el desarrollo, la innovación y la generación de empleo. Nuestro compromiso es seguir educando y posicionando al país como un referente global en la producción responsable de cannabis”, afirmó Lizbeth Fajardo, presidenta del Clúster de Industrias de Cannabis y Cáñamo del Ecuador.
Este encuentro simbolizó la unión de empresarios, científicos y reguladores en torno a una visión común: romper estigmas y construir una industria ética, sostenible y con impacto social positivo
Es así que, la jornada tuvo una experiencia única, con estaciones interactivas que combinaron ciencia, arte, gastronomía y formación técnica, permitiendo a los asistentes recorrer la cadena de valor del cannabis a través de un mural que ilustró su ciclo productivo completo: desde el cultivo hasta el producto final. También se apreció los múltiples usos de la planta, destacando su aplicación en la industria textil y automotriz —gracias a su fibra—, así como sus beneficios terapéuticos, estéticos y médicos.
Este primer paso impulsa un modelo de desarrollo sostenible que coloca a Ecuador en el mapa regional como líder en producción y transformación de cáñamo y cannabis no psicoactivo.
