II Jornada Internacional de Innovación en Salud impulsó el diálogo y consensos multisectoriales para mejorar el acceso a innovación en el Ecuador

Quito, septiembre de 2025.– La II Jornada Internacional de Innovación en Salud, organizada por la Industria Farmacéutica de Investigación (IFI) en alianza con la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA), congregó en Quito a más de un centenar de representantes de la academia, el gobierno, el legislativo, organizaciones de pacientes, profesionales de salud y líderes de la industria. El encuentro se consolidó como un espacio estratégico de diálogo y construcción colectiva, orientado a identificar soluciones para garantizar un acceso más equitativo, sostenible y oportuno a la innovación en salud en el Ecuador.

Durante la jornada se abordaron temas de alto impacto para el futuro del sistema, entre ellos el financiamiento eficiente y estratégico en salud, los tiempos de espera de los pacientes para el acceso a innovación (Patient W.A.I.T. Indicator 2025), la aplicación de inteligencia artificial en salud, los Acuerdos de Acceso Administrado, la evaluación de tecnologías sanitarias  y los acciones necesarias para mejorar el acceso en el país.

El debate multisectorial permitió visibilizar las principales barreras que enfrenta el sistema de salud ecuatoriano: la insuficiencia de financiamiento y la ineficiencia en la asignación y uso de recursos, el peso del gasto directo de bolsillo, la fragmentación institucional y la pérdida de confianza ciudadana ocasionada por la corrupción y la falta de una visión de largo plazo.

De igual manera, a nivel regional, se evidenció que solo el 44% de las moléculas aprobadas globalmente están disponibles en América Latina y apenas el 33% llegan al sector público, con un promedio de 5,5 años de espera. Este contexto refuerza la urgencia de que Ecuador fortalezca su capacidad de respuesta y se convierta en referente regional mediante una estrategia integral que articule al sector público y privado, impulse mecanismos innovadores de financiamiento, adopte buenas prácticas regulatorias y garantice transparencia en los procesos.

Álvaro Maldonado, presidente ejecutivo de IFI, destacó que la II Jornada “representa un paso valioso para contribuir a avanzar de un diagnóstico compartido a compromisos concretos para garantizar que la innovación en salud llegue de manera oportuna a quienes más la necesitan”.

Un debate decisivo para el futuro del sistema

El panel central marcó uno de los momentos más relevantes del encuentro al poner en perspectiva los retos estructurales y las oportunidades de transformación.

Luis Merlo Chaves, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), advirtió que la fragmentación es uno de los problemas más graves del sistema. Subrayó que fortalecer competencias y cohesión institucional es clave para asegurar continuidad en la atención y mejores resultados en salud.

Por su parte, Catalina Ricaurte, presidenta del Directorio de IFI, enfatizó en la necesidad urgente de fortalecer el marco regulatorio para poder mejorar el acceso oportuno a innovación en salud. Señaló la necesidad de un sistema jurídico y regulatorio estable, predecible y transparente, que brinde seguridad a los pacientes y confianza a los inversionistas. Recalcó además que todos los actores —Estado, industria, academia, médicos y pacientes— deben asumir corresponsabilidad en la construcción de soluciones sostenibles que trasciendan los ciclos políticos.

A su vez, Diego Jimbo, coordinador del Observatorio de Enfermedades Catastróficas, destacó la política de transformación digital como una oportunidad estratégica para mejorar la trazabilidad, la calidad de la atención y la toma de decisiones basadas en evidencia. Planteó la necesidad de generar espacios permanentes de articulación entre todos los actores del sector salud para construir una hoja de ruta común.

Por su parte, Daniela Di Capua, jeja del servicio de Neurología del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo, reconoció la resiliencia del sistema ecuatoriano frente a diversas crisis y llamó a fortalecer la corresponsabilidad intersectorial. Resaltó casos de éxito como la telemedicina, cuya expansión podría ampliar la cobertura y garantizar mayor equidad en el acceso a la atención, especialmente en zonas rurales y apartadas.

El encuentro concluyó con un llamado unánime a abrir el debate sobre nuevas fuentes de financiamiento, a priorizar la investigación coordinada entre el Estado, la academia y la industria, y a reconstruir valores fundamentales como confianza, transparencia y resiliencia. Estos pilares deben convertirse en la base de una hoja de ruta compartida que permita transformar el sistema de salud pública en beneficio de los pacientes y del desarrollo del país.

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