Vestir a un niño es acompañarlo en el viaje más importante: el de descubrir quién es. Más allá de las tendencias, la moda infantil puede convertirse en una aliada para nutrir su autoestima, respetar su esencia y celebrar su individualidad. Por eso, Deprati junto con Belén Bonnard, psicóloga experta en infancia, han creado una guía pensada para madres y padres que desean vestir a sus hijos según su forma única de ver el mundo, inspirándose en su temperamento, su energía y su autenticidad.
Para Belén Bonnard, Psicóloga Clínica especialista en primera infancia y experta en disciplina positiva la moda es una forma de lenguaje simbólico en la infancia. “Cada niño proyecta sus emociones, intereses y personalidad en cómo elige vestirse. Nuestra tarea como adultos no es imponer, sino ofrecer opciones que lo representen y lo hagan sentir auténtico”.
A continuación, Belén y Deprati comparten cinco perfiles de expresión infantil y cómo pueden reflejarse a través de la moda:
- Exploradores natos: energía en movimiento
Son niños activos, curiosos, con una necesidad constante de moverse y descubrir. Su ropa debe acompañar el juego y ofrecer libertad. “Cuando la ropa no limita el movimiento, el cuerpo y la mente se sienten libres para explorar”, explica Bonnard.
Prefieren prendas que se mueven con ellos: joggers resistentes, camisetas con stretch, chaquetas livianas. Belén sugiere el uso de pantalones baggy, wide leg de la marca Kiddo, sets deportivos combinables, mochilas ergonómicas, zapatos patines, sandalias crocs y antideslizantes y resaltar su vestimenta con colores rojos, verdes y azules brillantes.
- Pequeños creativos: el arte como identidad
Son niños sensibles, imaginativos, observadores, que viven inmersos en cuentos, dibujos o juegos simbólicos. Disfrutan de prendas que cuentan historias y que mezclan texturas, estampados o colores poco convencionales. “La ropa se convierte en una extensión de su mundo interior”, afirma Belén.
La colección de Hello Kitty, Stich o Minecraft con ilustraciones, chaquetas reversibles, camisetas con mensajes positivos o arte urbano, son una muy buena opción según Bonnard, destacando el color morado y tonos pasteles.
- Mini fashionistas: estilo con conciencia
Desde edades tempranas, demuestran interés por las tendencias y buscan referentes en su entorno: líderes, personajes, hermanos mayores. Eligen y combinan sus prendas con intención. “Detrás del deseo de verse bien, hay una búsqueda de pertenencia y expresión”, destaca Bonnard.
Para estos perfiles, y de acuerdo a la experiencia de Deprati al vestir a este público, el blanco y los colores metálicos pueden ser atractivos, combinando con camisas oversized, jeans con cortes modernos, zapatillas de diseño, mochilas sencillas y accesorios que elevan cualquier outfit, sin perder la esencia infantil y apropiada.
- Científicos y analíticos: mente curiosa, estilo práctico
Son niños observadores, introspectivos y lógicos. Prefieren lo funcional sobre lo llamativo. “Valoran la ropa como un recurso, no como un adorno. Su elección está orientada a la utilidad”, indica Belén.
Las prendas con bolsillos útiles, mochilas con rueda, organizadores para sus herramientas o juguetes favoritos y capas livianas son útiles para los niños que son introspectivos y detallistas, que prefieren ropa funcional, de tejidos suaves y cortes simples. Su estilo, aunque minimalista, responde a una elección lógica que les brinda seguridad.
- Niños sensibles al entorno: bienestar ante todo
Poseen una gran percepción de su entorno y de sus propias emociones. La comodidad es fundamental para su bienestar diario. “Son niños que viven el mundo con intensidad, y eso incluye cómo se sienten con lo que usan. La ropa debe cuidar su piel y también su tranquilidad”, señala Bonnard.
Prefieren prendas que no irriten ni aprieten, y que abriguen sin causar incomodidad. Optan por diseños que respeten su rutina diaria. Para los niños que prefieren el bienestar ante todo, Bonnard sugiere prendas 100% algodón y cortes holgados, en colores arena, celeste, rosa palo.
Reconocer la personalidad de cada niño y permitir que se exprese a través de su ropa fortalece su autoestima, fomenta la creatividad y refuerza el vínculo con el adulto que lo acompaña. “Elegir qué ponerse es una de las primeras decisiones que un niño puede tomar con autonomía. Involucrarlo, escuchar su voz y respetar su estilo es una forma de criar con amor y respeto”, concluye Belén Bonnard.
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