Según McKinsey, la Agentic AI es una de las tendencias tecnológicas más transformadoras de 2025 y promete redefinir cómo las organizaciones operan, colaboran y escalan sus procesos.
Quito, julio de 2025 — La inteligencia artificial (IA) está evolucionando rápidamente y marca un nuevo punto de inflexión con el surgimiento de la Agentic AI, un tipo de inteligencia artificial capaz de planificar y ejecutar tareas complejas de forma autónoma. Según el informe “Technology Trends Outlook 2025” de McKinsey & Company, esta tecnología emergente está posicionada para revolucionar el entorno empresarial global.
Con una inversión superior a los 1.100 millones de dólares en 2024 y un crecimiento del 985 % en vacantes laborales relacionadas, la Agentic AI se perfila como uno de los avances más dinámicos del año. A diferencia de los sistemas tradicionales, esta nueva generación de IA no solo responde preguntas, sino que actúa como un “coworker digital”, capaz de tomar decisiones, ejecutar múltiples pasos de un proceso y adaptarse a nueva información, todo mediante instrucciones en lenguaje natural.
“La Agentic AI transforma la forma en que las organizaciones abordan tareas complejas, pasando de ser una herramienta pasiva a convertirse en un colaborador activo dentro de los flujos de trabajo empresariales”, afirma Delphine Zurkiya, Socia Senior de McKinsey.
Casos de uso reales ya están en marcha
Compañías líderes en tecnología como OpenAI, Google y Salesforce ya están desplegando agentes inteligentes en áreas como servicio al cliente, desarrollo de software, investigación profunda y ciberseguridad. Herramientas como Operator (OpenAI), Gemini 2.5 Flash (Google) y Agentforce (Salesforce) permiten automatizar tareas como reservas, redacción de informes, programación, detección de amenazas o gestión de ventas.
El informe destaca que la adopción de esta tecnología aún se encuentra en fase de experimentación, pero con potencial de aceleración inminente, gracias a su capacidad de combinar razonamiento autónomo, colaboración entre agentes y uso de herramientas digitales humanas (como navegadores web o sistemas CRM).
Un nuevo reto para líderes empresariales
Este avance plantea oportunidades, pero también desafíos. La Agentic AI requiere nuevas habilidades en los equipos técnicos, marcos de gobernanza robustos y una cuidadosa gestión de riesgos legales, especialmente cuando los agentes toman decisiones en nombre de las empresas.
McKinsey sugiere que las organizaciones que logren equilibrar la velocidad de adopción con prácticas responsables estarán mejor posicionadas para capturar el valor estratégico de esta tecnología. La clave estará en integrar estas soluciones de forma ética, segura y centrada en el ser humano.
“Las empresas que logren orquestar una colaboración efectiva entre humanos y agentes de IA desbloquearán niveles inéditos de eficiencia, escala e innovación”, concluye Lareina Yee, directora del área de Tecnología de McKinsey Global Institute.