- El propósito, la salud mental y la flexibilidad superan al dinero como principal motor de fidelización laboral, según las nuevas prioridades del talento global.
- El 85 % del éxito profesional depende de habilidades blandas, mientras que el 64 % de los trabajadores prioriza la flexibilidad y la salud mental sobre el salario, según estudios de Harvard y McKinsey.
Ecuador, julio de 2025 — En 2025, ofrecer un buen salario ya no es suficiente para retener al mejor talento. En un entorno laboral donde el cambio es constante y los modelos híbridos se consolidan, los profesionales están priorizando el bienestar emocional, la flexibilidad y el sentido del propósito. Aquellas organizaciones que comprenden esta transformación están logrando equipos más estables, innovadores y comprometidos.
Una investigación de THT Multilatina revela que el 36 % de los empleados latinoamericanos considera el salario emocional (como la flexibilidad, reconocimiento, oportunidades de crecimiento y sentido de pertenencia) como el factor más importante para comprometerse con una empresa. Le siguen el trato digno (19 %) y la formación continua, lo que reafirma una demanda de condiciones más humanas y coherentes con los valores personales. Esta transformación de prioridades también se alinea con el enfoque académico de instituciones como BIU University Miami, que ha identificado que las nuevas generaciones no solo buscan progresar profesionalmente, sino también pertenecer a entornos laborales humanos, flexibles y coherentes con sus valores personales
Además, según un informe de McKinsey, los modelos de trabajo híbridos que promueven la autonomía y el balance vida-trabajo no solo retienen talento, sino que pueden incrementar los ingresos corporativos hasta en un 35 %. A esta conclusión se suma la Cámara de Comercio de Quito, que en febrero de 2023 reportó que el trabajo híbrido puede aumentar la productividad empresarial en un 37 %. Pero los beneficios no se limitan al formato de trabajo, la motivación laboral ahora se construye desde lo emocional.
La revolución de las habilidades blandas
En este contexto, las habilidades blandas se han consolidado como el verdadero diferencial de las organizaciones exitosas. De acuerdo con un estudio conjunto de Harvard University, Carnegie Foundation y Stanford Research Center, el 85 % del éxito profesional proviene de competencias como la empatía, la comunicación y la adaptabilidad, mientras que solo el 15 % se atribuye a habilidades técnicas.
Esta visión la refuerzan cifras del informe Human Capital Trends 2023 de Deloitte, donde se indica que las organizaciones que priorizan un enfoque basado en habilidades (especialmente las blandas) son un 57 % más ágiles y resilientes ante los cambios del entorno.
Además, un reciente estudio internacional reveló que el 97 % de los empleadores considera que las habilidades blandas son tan importantes o más que las técnicas, y que el 89 % de los errores en contratación se deben precisamente a la falta de estas competencias. Desde BIU University, se reconoce a las habilidades blandas como la base del liderazgo humano. En su artículo “Soft skills: un activo laboral muy demandado”, destacan la creatividad, adaptabilidad, inteligencia emocional, colaboración y persuasión como habilidades vitales.
Caso de éxito: Patagonia, cultura que retiene
Un ejemplo destacado es el de Patagonia, la marca de ropa outdoor reconocida por su enfoque centrado en el propósito. Esta compañía ha implementado políticas como jornadas flexibles, tiempo libre remunerado para activismo ambiental y beneficios de bienestar mental, logrando una tasa de rotación inferior al 4 %, frente al promedio del 13 % en su sector. En Patagonia, la cultura organizacional es la estrategia de retención.
Formación alineada al nuevo talento
BIU integra estas competencias en sus programas a través de SUJIS – Step Up Journey Into Success, un programa de desarrollo profesional que incluye diagnóstico y fortalecimiento continuo de habilidades blandas, mentorías y herramientas como el Predictive Index, Test VUCA y Test de Resiliencia para impulsar el crecimiento interpersonal de los estudiantes. “En un entorno donde el conocimiento técnico se vuelve rápidamente obsoleto, las habilidades blandas son el ancla que permite liderar, innovar y adaptarse con sentido. No solo formamos profesionales, formamos seres humanos conscientes de su impacto”, asegura Eduardo Atencio, Director Of Professional Development de BIU.
Así, BIU University no solo forma profesionales con conocimiento técnico, sino con liderazgo emocional, comunicación eficaz y pensamiento estratégico: las capacidades que, en 2025, se han convertido en el salario emocional más valorado.